Vuelvo a tomarle la mano. Será un buen día, un día espléndido. Un día mágico. No puedo evitar sonreír.


Permitanme contarles una historia que no es ni aburrida, ni conocida. La historia de una transformación feroz: de la muñeca de porcelana que se estropeo contra el asfalto. Una historia de inconvenientes y de las ganas de morir; del hambre, del miedo y una moraleja jamas escrita,una experiencia aun no procesada..

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