Vuelvo a tomarle la mano. Será un buen día, un día espléndido. Un día mágico. No puedo evitar sonreír.

A lo que me llevaste, a la necesidad constante de tenerte siempre, a ser el único de sacarle una sonrisa a este corazón que se cae a pedazos a cada rato, a extrañarte, cuando nunca quise extrañarte. Nos divide,
siempre hay un 'nunca' entre los dos

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