Qué intenso es el sentimiento que aún sabiendo el daño que te hace, no puedes desligarte de él. No quieres desprenderte de su dolor, porque intuyes que su ausencia será mucho peor. Qué difícil cuando tu mente dirige tu razón hacia la distancia y tu corazón gana el pulso.
Vuelvo a tomarle la mano. Será un buen día, un día espléndido. Un día mágico. No puedo evitar sonreír.
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