Vuelvo a tomarle la mano. Será un buen día, un día espléndido. Un día mágico. No puedo evitar sonreír.

You're happy, I'm happy,
you cry, I cry,
you laugh, I laugh,
you jump off a cliff, I laugh even harder

Después de todo, una eternidad junto a él no me parecía demasiado..

La miré, allí, apoyada contra la pared del salón donde se desarrollaba el baile de Navidad del instituto. Aquel vaporoso vestido azul enmarcaba su pálida y tentadora piel blanca. Sus ojos, brillantes y entrecerrados, desprendían el miedo y la amenaza, garantizando una muerte dolorosa a cualquiera que se le acercara y la invitara a bailar. No podía leer su mente, como sucedía con los demás, pero la expresión de su rostro parecía hablar por sí sola. Todos aquellos que habían pensado en pedirle un baile se habían arrepentido al ver aquella mirada amenazante.
Sin embargo, yo no temía a la muerte, ni a nada que pasara por su cabeza, y la luz de sus ojos me tenía completamente hechizado.

Comencé a caminar entre la multitud, hasta llegar frente a ella. Sus ojos se encontraron con los míos y, pronto, toda la amenaza en ellos se volvió una reservada curiosidad. Sonreí lentamente, mientras tendía mi mano hacia ella. El frío día de inverno y las fuertes nevadas en el exterior suponían un beneficio para mí y para el contacto entre nuestras pieles.

—¿Bailas? —pregunté, sin romper el contacto visual.

Vacilante, la tomó, permitiéndome llevarla a la improvisada pista de baile.

Nos movimos al compás de la música, en una lenta danza frente a los curiosos y sorprendidos ojos del alumnado. Su fragancia generaba aquella quemazón en mi garganta, incitándome a inclinarme sobre su cuello; pero algo dentro de mi pecho me lo impedía. Me sentía patético y débil, pero increíblemente completo.
Y no me importaban las diferencias, ni siquiera lo absurdo de toda la situación. Seguiría bailando con ella, incluso hasta el amanecer. Podría quedarme allí hasta la mañana, tan sólo por escuchar aquellas palabras de sus rosados labios.

Por escucharla decir que ella también me amaba.

Bee mine..

It really didn't
matter where..
She just
Liked to
GO!

Wish it
Dream it
Do it!

This time we’re not giving up. Let’s make it last forever

No tengo ningun interes de vivir para siempre si no es contigo. No querria ni si quiera vivir un dia mas si no es contigo

“No pude respirar. Vaciló... No de la forma habitual, no de una forma humana, no de la manera en que un hombre podría vacilar antes de besar a una mujer para calibrar su reacción e intuir cómo le recibiría. Tal vez vacilaría para prolongar el momento, ese momento ideal previo, muchas veces mejor que el beso mismo. Edward se detuvo vacilante para probarse a sí mismo y ver si era seguro, para cerciorarse de que aún mantenía bajo control su necesidad. Entonces sus fríos labios de mármol presionaron muy suavemente los míos.”

"¿Cuantas veces se puede romper un corazón y esperar que siga latiendo?"

-Estás metido en un buen lío- dije despacio, enfatizando cada palabra-, en uno bien grande. La proxima vez, los osos pardos enfadados te van a parecer oseznos domados en comparacion con lo que te espera en casa.

-Pero ¿que bien ajeno has codiciado tu? -le pregunte- Lo tienes todo.
-Te codicie a ti -su sonrisa se apago- No tenia derecho a poseerte, pero fui y te tome de todos modos. Ahora, mira como has acabado: intentando seducir a un vampiro -Meneo la cabeza con horror fingido
-Tienes derecho a codiciar lo que ya es tuyo- le conteste- Además, creía que lo que te preocupaba era mi castidad.
-Y lo es. Si resulta demasiado tarde para mi... Prefiero arder en las llamas del infierno, y perdoname el juego de palabras, antes que dejar que te impidan entrar al cielo.
-No puedes pretender que entre en un sitio donde tu no vayas a estar -le dije- esa es mi única definición del infierno. De todas formas, tengo una solución muy fácil: No vamos a morirnos nunca, ¿De acuerdo?.

—Las prefiero morenas.
—Eso significa que ella es rubia.

—El mundo exterior no me apetece sin ti —puse los ojos en blanco ante la evidente exageración—. Estoy hablando en serio.- insistió él.

—¿Es que realmente no te das cuenta de lo importante que eres para mí? ¿Tienes alguna idea de cuánto te quiero?
Me apretó más fuerte contra su pecho duro acomodando mi cabeza bajo su barbilla. Presioné los labios contra su cuello frío como la nieve.
—Lo que sí sé es cuánto te quiero yo —repuse.
—Eso es comparar un árbol con todo un bosque.
Puse los ojos en blanco, pero él no pudo verme.
Imposible-

Volveré tan pronto que no tendrás tiempo de echarme de menos. Cuida de mi corazón... lo he dejado contigo

-No tengas miedo-. le susurré. -Somos una sola persona.
De pronto me abrumó la realidad de mis palabras.
Ese momento era tan perfecto, tan auténtico. No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él
y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.
-Para siempre- convinó él y despues nos sunergimos suavemente en el agua profunda.

My pulse was thudding in my ears. I put one hand over my heart. It drummed hyperactivaly under my palm.
"Do you think I'll ever get better at this?" I wondered, mostly to myself. "That my heart might someday stop trying to jump out of my chest whenever you touch me?"
"I really hope not."

Resultó difícil decidir qué ponerme. Dudaba que hubiera libros de etiqueta
en lo que se detallara cómo vestirte cuando tu novio vampiro te lleva a su casa
para que conozcas a su familia vampiro.

-¿Estarás? -pregunté, repentinamente ansiosa-. ¿De veras vas a estar aquí?
-Tanto tiempo como tú me quieras -me aseguró.
-Te querre siempre -le avisé-. Para siempre.

Todo este tiempo me he considerado completo sin comprender que estaba buscando,
sin encontrar nada porque aún no existías.

Eso es quedarse corto.

-¿Alguna otra cosa?- exigí saber.
Supuso lo que yo qeuría descubrir y admitió:
-Pronunciaste mi nombre.
Frustrada, suspiré.
-¿Mucho?
-Exactamente, ¿cuántas veces entiendes por <>?
-Oh, no.
Bajé la cabeza, pero él la atrajo contra su pecho con suave naturalidad.
-No te acomplejes -me susurró al oído-. Si pudiera soñar, sería contigo. Yno me avergonzaría de ello.

-Y de ese modo el león se enamoró de la oveja... -
-¡Qué oveja tan estúpida!.
-¡Qué león tan morboso y masoquista!.

-Isabella. No podría vivir en paz conmigo mismo si te causa daño alguno. La idea de verte inmóvil, pálida, helada... No volver a ver cómo te ruborizas, no ver jamás esa chipa de intuición en los ojos cuando sospechas mis intenciones... Sería insoportable -clavó sus hermosos y torturados ojos en los míos-. Ahora eres lo más importante para mí, lo más importante que te tenido nunca.

-Ya conoces mis sentimientos, por supuesto. Estoy aquí, lo que, burdamente traducido, significa que preferiría morir antes que alejarme de tí -hice una mueca-.Soy idiota.

— ¿Sueñas con convertirte en un monstruo?
—No exactamente —repliqué. Fruncí el ceño ante la palabra que había escogido. En verdad, era eso, un monstruo—. Más bien sueño con poder estar contigo para siempre.
Su expresión se alteró, más suave y triste a causa del sutil dolor que impregnaba mi voz.
—Bella —sus dedos recorrieron con ligereza el contorno de mis labios—.
Yo voy a estar contigo..., ¿no basta con eso?
Edward puso las yemas de los dedos sobre mis labios, que esbozaron una sonrisa.
—Basta por ahora.
Torció el gesto ante mi tenacidad. Esta noche ninguno de los dos parecía darse por vencido. Espiró con tal fuerza que casi pareció un gruñido.
Le acaricié el rostro y le dije:
—Mira, te quiero más que a nada en el mundo. ¿No te basta eso?
—Sí, es suficiente —contestó, sonriendo—. Suficiente para siempre.
Y se inclinó para presionar una vez más sus labios fríos contra mi garganta.

-Sí, tu eres exactamente mi marca de heroína

En ese momento, nos inclinábamos el uno hacia el otro sobre la mesa.
Su barbilla descansaba sobre las alargadas manos blancas;
me incliné hacia adelante apoyada en el hueco de mi mano.
Tuve que recordarme a mi misma que estábamos en un comedor abarrotado,
probablemente con muchos ojos curiosos fijos en nosotros.
Resultaba demasiado fácil dejarse envolver por nuestra propia burbuja privada, pequeña y tensa.
-¿De verdad crees que te interesas por más que yo por tí?-murmuró, inclinándose más cerca mientras hablaba traspasandome con sus relucientes ojos negros.
Intenté acordarme de respirar. Tuve que desviar la mirada para recuperarme.

Estaba totalmente segura de tres cosas.
Primera, Edward era un vampiro.
Segunda, una parte de él,
y no sabía lo potente que podía ser esa parte,
tenía sed de mi sangre.
Y tercera, estaba incondicional e irrevocablemente
enamorada de él.

Si, estoy aqui.. gracias a ti.
Porque de alguna manera has sabido encontrarme hoy..

Que este año nuevo me permita otra oportunidad.. Que me deje quererte otra vez.. Que te des cuenta que existo, y que sigo esperando por vos.. Que me prohiba olvidarme de lo que siento, que pueda extrañarte cada dia mas.. Y que me impida volver a amar a alguien asi..